domingo, 16 de marzo de 2008

Terrorismos

Un individuo puede decir que le duele la barriga, pero el médico tendrá que hablar de peritonitis o de ulcera gástrica, porque si no los distingue no los puede curar.

De la misma manera, el profesional que nos debe proteger del terrorismo debe tener muy claro que la violencia de los barbudos islamistas y la de ETA no se pueden tratar igual.

La gente de la calle lo puede llamar terrorismo a secas, y los políticos pueden usar esa palabra para excitar irracionalmente a sus votantes, pero por lo menos tienen que demostrar que saben distinguir entre una cosa y otra.

Financiación de la Iglesia

A veces tengo la tentación de marcar la casilla de financiación de la Iglesia en el IRPF.

Pero cuando me veo muy apurado, escucho la COPE y se me pasan.

Representación proporcional. Una persona, un voto (y II)

Pensaba repetir el ejercicio de cálculo de diputados para los votos del 9 de marzo de 2008, pero LA VANGUARDIA (edición en papel, 16 de marzo de 2008) ya lo ha hecho.

Dice que con un sistema proiporcional puro, los resultados serían:

PSOE 152 (16 menos de los que tiene)
PP 140 (14 menos de los que tiene)
IU 13 (11 más de los que tiene)
CiU 11 (1 más de los que tiene)
PNV 4 (2 menos de los que tiene)
ERC 4 (1 más de los que tiene)
BNG 3 (1 más de los que tiene)
CC 2 (los que tiene)

Evidentemente, el sistema electoral español es un sistema (*) diseñado y defendido por los políticos en el poder para mantener a la población bajo la ilusión de que pueden decidir.

Dicho de otro modo, se trata de crear barreras de entrada en el mercado político.

Medidas claramente proteccionistas para las marcas ya asentadas, un oligopolio que no se toleraría en otros mercados.

(*) No culpo sólo al sistema español. Prácticamente todos los sistemas indirectos y a una vuelta contienen este tipo de sesgos.

lunes, 3 de marzo de 2008

El partido más votado debería gobernar.

Supongamos que una comunidad de vecinos quiere pintar la fachada del edificio. Algunos quieren pintarla de rojo, y proponen un tono bermellón. Otros quieren pintarla de azul, pero hay varias opciones: azul turquesa, azul marino y azul celeste. Se somete el tema a votación secreta y los resultados son los siguientes:

- Rojo: 12 votos
- Azul marino: 9 votos
- Azul turquesa: 7 votos
- Azul celeste: 5 votos

¿Hay que pintar la fachada de rojo porque es el color con más votos? ¿es el color que maximiza la satisfacción del conjunto de los vecinos?

Hay quien piensa que el partido más votado debe gobernar siempre, aunque los más no puedan ni verlo.

Incluso hay otros que proponen destilar los votos mediante un proceso matemático sesgado, asignarles escaños y que mande el que más tenga. Aunque ni siquiera sea el más votado.

Representación proporcional. Una persona, un voto.

Empieza a ser cargante escuchar una y otra vez que el sistema actual de representación favorece a los partidos nacionalistas (de nacionalismos no españoles, se entiende) frente a los partidos de implantación general en todas las circunscripciones.

Se me ha ocurrido sacar la calculadora con los datos de voto de las Elecciones Generales al Congreso de los Diputados de España de 2004 (datos del Ministerio del Interior)

He calculado:

1- Cómo se repartirían los diputados si se hubiera aplicado la ley de D'Hondt sin despreciar votos por minoritarios. Para ello he usado la calculadora escrita por Isaac Roca (una aplicación magnífica, por cierto)



2- Cómo resultaría un reparto estrictamente proporcional de diputados según votos (redondeando a 339 diputados en lugar de los 350)


Como se puede observar, aplicando la ley de D'Hondt (que beneficia a los partidos más votados) y sin más artificios, el PSOE debería tener 7 diputados menos, y el PP debería tener 9 diputados menos. En cambio, Izquierda Unida debería tener 13 diputados adicionales.

En cuanto a los partidos llamados nacionalistas o regionalistas: subirían CiU, ERC, CHA y PA, y bajarían EAJ/PNV y NA-BAI. Estos partidos, en conjunto, ganarían 3 diputados.

En cambio, si el número de diputados fuera proporcional a los votos (es decir, que todos los votos pesaran igual), el resultado sería parecido al siguiente:

El PSOE perdería 15 diputados, PP perdería 16, IU ganaría 12 y entrarían diversos partidos minoritarios que hoy no tienen representación. En general, el número de diputados de los partidos "nacionalistas" (dicho sea para que nos entendamos) mejoraría sensiblemente.

Hay que tener en cuenta dos cosas:

1- Estos resultados se basan en los votos emitidos en 2004, por ciudadanos que sabían que su voto sería despreciado si no votaban a partidos "grandes". Con toda seguridad, con unas reglas de juego más justas, el voto sería más libre y los partidos mayoritarios no lo serían tanto.

2- Nota dirigida a los puristas de los números: en el supuesto de representación proporcional, he adoptado algunas simplificaciones para asignar diputados a los decimales. Estas simplificaciones no afectan significativamente a los resultados.

Y al final, la pregunta que nos hacemos es: ¿por qué la distribución oficial de escaños es tan diferente de los cálculos anteriores? ¿Dónde está el truco? ¿qué artificios se introducen para que se obtenga el sesgo sin que se note el cuidado?

Básicamente se combina la fragmentación del espacio electoral en circunscripciones y el descarte (desprecio) de un 5% de los votos. Es verdad que al realizarse este descarte de forma fraccionada, los partidos minoritarios cuyo electorado está disperso lo tienen aún más difícil. Es la manera que tienen los partidos "grandes", los ya instalados, de proteger su comedero y obligarnos a elegir siempre entre los mismos. Y no contentos con ello, algunos quieren inventar nuevos trucos para repartir todo el pastel entre dos.

¿Es esto justo? ¿Beneficia a la democracia? Tema para otro día.




viernes, 29 de febrero de 2008

Asambleas de vecinos

Odio las asambleas, en especial las de vecinos.

Odio la inmensa pérdida de tiempo que suponen, la incomodidad, los gritos y el bolchevismo que tan bien sabe imponerse en este tipo de reuniones. Hay demasiada gente que gusta de oirse en público a costa de los demás.

Echo de menos que se impongan normas "parlamentarias" racionales que impidan los abusos.

Desde aquí propongo que los colegios de administradores intenten consensuar un manual de "buenas prácticas". Ellos deben odiar más que yo las reuniones interminables.

Puestos a proponer, ahí va eso:

Propuesta de reglamento interno sobre el funcionamiento de las asambleas de propietarios.

I- Introducción y Objetivos:

Las asambleas celebradas anteriormente han durado más de cuatro horas, y al final de las mismas, en muchos de los asistentes ha quedado una sensación de frustración respecto al resultado y evolución de la reunión.

Con el objetivo de encauzar estos problemas, proponemos que las asambleas se desarrollen según un reglamento estricto y ordenado que garantice:

-Que todos los vecinos puedan intervenir
-Que se puedan tomar decisiones de manera ágil para que la comunidad pueda resolver eficazmente sus problemas
-Que las asembleas terminen en un tiempo razonable.
-Que las asambleas no degeneren en un concurso de voces (con pocos finalistas).

II- Resumen de lo propuesto:

Es obligatorio para los asistentes a la asamblea conocer el contenido de por lo menos este apartado del reglamento Se repetirá al inicio de cada reunión y se dará por hecho que su eventual incumplimiento no se debe a la ignorancia de las normas sino a la mala educación del incumplidor.

Estamos proponiendo que durante las asambleas se aplique un reglamento estricto y ordenado. Por esta razón, el detalle de dicho reglamento puede resultar pesado. Como queremos que todos entiendan y compartan estas reglas, las hemos resumido aquí.

1- Las propuestas y cuestiones que los propietarios quieran debatir en junta deberán hacerse llegar al administrador para que éste las incluya en el orden del día. El proponente deberá identificarse para que pueda defender la propuesta en la asamblea.

2- En la nota de convocatoria constará el orden del día con las cuestiones a discutir en la asamblea.

3- Durante la asamblea no se votará nada que no conste en el orden del día.

4- Hasta el turno de ruegos y preguntas, cada propietario dispondrá como máximo de un único turno de palabra, con las únicas excepciones siguientes:

a. Cuando el turno se pida para alegar o impugnar contra el texto del acta anterior.
b. Cuando el turno sirva para defender una propuesta propia incluida en el orden del día.

5- El turno de ruegos y preguntas no tendrá estas limitaciones, pero tendrá lugar una vez finalizadas las votaciones.


III- Detalle del reglamento:

Las asambleas de vecinos constan de las siguientes fases:

1- Fase de recogida de propuestas de resolución.

En los períodos entre asambleas, el administrador y los presidentes/secretarios de la comunidad recogerán las propuestas a debatir. Los vecinos harán llegar sus propuestas preferentemente por escrito. En todas las propuestas constará la identificación (vivienda/s) del proponente.

2- Fase de convocatoria de asamblea y alegaciones a propuestas.

Al menos dos meses antes de la asamblea, se envía convocatoria a todos los propietarios y se interrumpe la fase 1. En la convocatoria deberá constar el orden del día, el borrador del acta anterior y todas las propuestas de resolución que vayan a ser sometidas a votación (aprobar/desestimar).

Los asistentes tendrán garantía de que no se va a decidir nada fuera del orden del día (salvo excepciones descritas en 3.2) y que todas las propuestas serán votadas.

Inmediatamente antes de la asamblea, el presidente de la misma podrá sondear a los asistentes por si se descubriera alguna cuestión no incluída en el orden del día y cuyta decisión, por su urgencia e importancia, no pudiera ser postergada a la siguiente asamblea. Si excepcionalmente existiera alguna cuestión de este tipo, el presidente la hará constar (sin turnos de discusión) al inicio de la asamblea y se tratará según lo descrito en 3.2.

3- La asamblea o junta, que a su vez constará de las siguientes partes:

3.1 - Lectura del resumen de normas de la reunión (punto 2 de este documento). Inmediatamente después, lectura del acta anterior e informe de gestión por parte del administrador y/o el presidente (se obligan a no prolongarse más de 20 min) Durante esta fase se aprobará el acta anterior y, sin consumir su turno discrecional, los vecinos podrán presentar propuestas de revocación o de anulación de las decisiones tomadas en reuniones anteriores alegando algún eventual incumplimiento de las normas de la asamblea.

Excepto en el caso anterior, cada propietario dispondrá de un solo turno de palabra discrecional. El propietario que desee hacer uso de su (único) turno, deberá identificarse antes de hablar para que sus alegaciones consten en acta junto con su identificación. No podrá retomar la palabra hasta el turno de ruegos y preguntas. El presidente de la asamblea deberá ser especialmente cuidadoso para evitar interrupciones y turnos de palabra improcedentes. Si se produce alguna interrupción de este tipo, ésta no constará en acta ni podrá deliberarse en la junta.

3.2- Votación.

A los 30 min como máximo desde el inicio de la reunión se pasará a la fase de votación. Se votarán exclusivamente y por orden las propuestas del orden del día expuestas en la convocatoria. El proponente de cada una dispondrá de un turno de palabra (no discrecional) para defender su propuesta. Los vecinos que no hayan hecho uso del turno discrecional, podrán ejercerlo durante esta fase. Las intervenciones constarán en acta (y por esta razón deben ser escasas, breves y atenerse a las normas de uso de la palabra)

Contrapropuestas: En este turno pueden surgir contrapropuestas o propuestas de modificación del texto presentado en el orden del día. La única vía para presentar dichas contrapropuestas es hacer uso del turno discrecional en las condiciones referidas anteriormente.

Ante una contrapropuesta, el presidente deberá decidir si se considera una modificación de la propuesta presentada (por ser incompatible con ella) o se trata de una nueva propuesta.

• Si se trata de una nueva propuesta, se postergará a la próxima asamblea, figurando en el orden del día. Si el presidente considera que lo expuesto es excepcionalmente urgente, podrá hacerse una excepción y someterse la nueva propuesta a votación. La decisión que se tome deberá ser ratificada en la siguiente asamblea, siguiendo todos los trámites.

• Si se trata de una o diversas modificación/es al texto de una propuesta de resolución, el presidente de la asamblea redactará lo/s nuevo/s texto/s y lo/s expondrá a la asamblea, dejando claro que en primera vuelta cada vecino dispondrá de un solo voto para elegir entre cualquiera de las propuestas, la desestimación de todas o abstenerse. Acto seguido, si ninguna opción supera el 50% de los votos de los asistentes, se celebrará una segunda vuelta para elegir entre las dos opciones más votadas.

3.3- Resumen de las decisiones adoptadas.

Una vez finalizadas las votaciones, el presidente recapitulará y expondrá un resumen de las decisiones adoptadas, abriendo el turno de ruegos y preguntas.

3.4- Ruegos y preguntas.

Esta fase dispondrá de una estructura más laxa, pero con las siguientes limitaciones:

• No se podrán votar nuevas resoluciones ni variar las ya adoptadas.
• La asistencia de los vecinos es opcional.
• No constará en acta.

El cometido principal de esta fase es realizar aclaraciones a los interesados en cuestiones concretas o realizar nuevas propuestas para la siguiente asamblea. El presidente de la asamblea tomará nota de dichas nuevas propuestas y las incluirá en el siguiente orden del día.

acongojado, género, incierto, subsahariano

Tendemos a pensar que el lenguaje se desplaza sobre una sola dimensión: por un lado adquiere nuevas palabras a medida que aparecen nuevas ideas, conceptos, objetos, inventos... y por otro lado "consume", arrincona palabras por desuso, como la fantasmal preposición "cabe" que figuraba en la lista de preposiciones (ya saben, "ante, bajo, cabe, con, contra...")

Pero el lenguaje se desplaza también lateralmente, las palabras cambian de significado por diversos mecanismos. Uno de los motores más cusiosos del cambio es el eufemismo, lo "políticamente correcto", mezclado con la ignorancia (activa o pasiva) del diccionario.

A veces no puedo reprimir la risa cuando oigo que alguien está "acongojado" porque quiere ser fino y no decir "acojonado", o que alguna afirmación ajena es "incierta", más que falsa.

Me incomoda más oir hablar de "género" cuando se refieren al sexo de las personas. Este eufemismo, mala traducción del inglés, cargado de corrección política e ignorante a más no poder, da a entender que la palabra "sexo" era inapropiada. Lo que faltaba: ¡apartamos a los curas y aparecen l@s feministoides! ¡Resulta que sexo es una palabrota! (nota mental: otro día quiero hablar de las/los tontos/as/@s)

Pero de entre todas las tonterías que se oyen (y leen) por ahí, seguramente la que más me molesta es oir hablar de "subsaharianos". Denota una estulticia profunda y enquistada. Presupone que ser negro es malo (y por eso necesita un eufemismo) y da por hecho que el Sur está "debajo" del Norte... de ahí lo de "sub".

Por favor: si alguien cree que "negro" es un insulto, que diga "sursaharianos", y deje "subsaharianos" para los que se crían bajo la arena.