lunes, 3 de marzo de 2008

Representación proporcional. Una persona, un voto.

Empieza a ser cargante escuchar una y otra vez que el sistema actual de representación favorece a los partidos nacionalistas (de nacionalismos no españoles, se entiende) frente a los partidos de implantación general en todas las circunscripciones.

Se me ha ocurrido sacar la calculadora con los datos de voto de las Elecciones Generales al Congreso de los Diputados de España de 2004 (datos del Ministerio del Interior)

He calculado:

1- Cómo se repartirían los diputados si se hubiera aplicado la ley de D'Hondt sin despreciar votos por minoritarios. Para ello he usado la calculadora escrita por Isaac Roca (una aplicación magnífica, por cierto)



2- Cómo resultaría un reparto estrictamente proporcional de diputados según votos (redondeando a 339 diputados en lugar de los 350)


Como se puede observar, aplicando la ley de D'Hondt (que beneficia a los partidos más votados) y sin más artificios, el PSOE debería tener 7 diputados menos, y el PP debería tener 9 diputados menos. En cambio, Izquierda Unida debería tener 13 diputados adicionales.

En cuanto a los partidos llamados nacionalistas o regionalistas: subirían CiU, ERC, CHA y PA, y bajarían EAJ/PNV y NA-BAI. Estos partidos, en conjunto, ganarían 3 diputados.

En cambio, si el número de diputados fuera proporcional a los votos (es decir, que todos los votos pesaran igual), el resultado sería parecido al siguiente:

El PSOE perdería 15 diputados, PP perdería 16, IU ganaría 12 y entrarían diversos partidos minoritarios que hoy no tienen representación. En general, el número de diputados de los partidos "nacionalistas" (dicho sea para que nos entendamos) mejoraría sensiblemente.

Hay que tener en cuenta dos cosas:

1- Estos resultados se basan en los votos emitidos en 2004, por ciudadanos que sabían que su voto sería despreciado si no votaban a partidos "grandes". Con toda seguridad, con unas reglas de juego más justas, el voto sería más libre y los partidos mayoritarios no lo serían tanto.

2- Nota dirigida a los puristas de los números: en el supuesto de representación proporcional, he adoptado algunas simplificaciones para asignar diputados a los decimales. Estas simplificaciones no afectan significativamente a los resultados.

Y al final, la pregunta que nos hacemos es: ¿por qué la distribución oficial de escaños es tan diferente de los cálculos anteriores? ¿Dónde está el truco? ¿qué artificios se introducen para que se obtenga el sesgo sin que se note el cuidado?

Básicamente se combina la fragmentación del espacio electoral en circunscripciones y el descarte (desprecio) de un 5% de los votos. Es verdad que al realizarse este descarte de forma fraccionada, los partidos minoritarios cuyo electorado está disperso lo tienen aún más difícil. Es la manera que tienen los partidos "grandes", los ya instalados, de proteger su comedero y obligarnos a elegir siempre entre los mismos. Y no contentos con ello, algunos quieren inventar nuevos trucos para repartir todo el pastel entre dos.

¿Es esto justo? ¿Beneficia a la democracia? Tema para otro día.




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